Aquí estamos un año más, compartiendo con vosotros la fiesta del  pueblo. Un día estupendo, como siempre, con poco calor pero mucho ambiente.

Comenzó el día con la Santa Misa acompañada por la procesión. Después a tomar el vino, con su correspondiente tapita.

Por la tarde, partido de fútbol, donde las cámaras no pudieron asistir, y después los habituales juegos infantiles donde, tanto peques como no tan peques, disfrutaron de lo lindo. Además, este año, guerra de agua incluida.

Por la noche, cómo no, comenzó la popular verbena con un ambiente fabuloso, muchísima gente, sobre todo juventud, y muy animada hasta el último minuto. Al finalizar el baile, a eso de las cinco, chocolate para los que aguantaron, que fuimos muchos.

Una vez más, gracias a todos por estar en estos momentos y que sigan repitiéndose por mucho tiempo.